Cuando iba en 4° de primaria, las clases de
ciencias naturales en mi escuela se daban en el laboratorio. Cualquiera de mis
compañeros de clase puede dar fe de que nunca me presenté a ninguna clase de
ciencias naturales en los años que cursé 4°, 5° y 6° de primaria. La razón era,
que en el laboratorio había un frasco con formol que contenía un feto. Sólo lo
vi una vez, la primera vez que subimos al laboratorio, y me impresionó tanto
que decidí que nunca más estaría en ese lugar.
A los 10 años era una objetora de conciencia y
me importó un pito si reprobaba o no esa materia, sencillamente no estaba
dispuesta a estar en el mismo lugar que estaba el cadáver de un ser humano, que
además era un bebé. Punto. No hubo manera de hacerme cambiar de opinión.
Cuando estaba en 2° de secundaria, en la escuela
nos pasaron una película sobre lo que era un aborto. Era un documental en el
que se veía cómo el feto se protegía de la aguja quirúrgica que lo quería
atacar…y otras cosas por demás perturbadoras que provocaron en mi tal terror
que no creo poder superar el resto de mi vida. Hago todo lo posible por olvidar
esas imágenes, y no siempre lo consigo.
NO
ACEPTO EL ABORTO bajo ninguna circunstancia, igual
que no acepto ningún tipo de asesinato bajo ninguna circunstancia.
Me escandaliza profundamente el movimiento que
pide aborto legal, gratuito y asistido. Creo que va en contra de las leyes más
elementales. Me parece una petición tan absurda como el hecho de pedir que el
asesinato sea despenalizado. En la Constitución mexicana, en el apartado de las
garantías individuales dice en el Artículo XIV que nadie podrá ser privado de la vida, y en
el Artículo XXII se aclara que quedan
prohibidas las penas de mutilación, infamia y muerte. Los abortistas me dirán
tres mil argumentos, entre ellos que sólo se puede asesinar a un ser humano y
que un feto es una célula…
No voy a entrar en debates de bioética, los
abortistas ni los entienden y no voy a perder mi tiempo tratando de convencer a
quien no quiere entender. Para mi el aborto es un asesinato en toda regla. Se
hace con premeditación, con alevosía y con ventaja.
Los abortistas alegan que es mejor que sea legal
porque así se evita que las madres mueran practicándose abortos clandestinos. O
sea, está bien que se mate a un ser que no tiene ninguna posibilidad de
defenderse, porque así se protege de la muerte a una mujer que generalmente
está perfectamente capacitada para cuidar de si misma (tanto que va a abortar).
Me suena a la cosa más ilógica del mundo.
También alegan que es su cuerpo y tienen derecho
a hacer con él lo que les plazca. Yo estoy de acuerdo con que cada quien haga
con su cuerpo lo que quiera. Pero el feto, no es parte del cuerpo de nadie,
aunque necesite del cuerpo de alguien para sobrevivir durante cierta cantidad
de tiempo.
El alegato más absurdo que he escuchado sobre el
tema, es que el aborto es parte de la sexualidad responsable. La sexualidad
responsable es ponerte un condón cuando sabes que te vas a poner caliente, es
usar alguno de los cientos de métodos anticonceptivos cuando decides tener una
vida sexualmente activa, pero no deseas tener hijos. El aborto NO es tener una
sexualidad responsable de ninguna manera, todo lo contrario. La que aborta es
porque se dejó llevar por la calentura irresponsablemente.
Cuando yo tenía 38 años quedé embarazada por
cuarta vez. Mi matrimonio estaba muy mal, mi economía era un caos y por la edad
que tenía, había una altísima probabilidad de que mi bebé viniera al mundo con
graves defectos congénitos. Mi ginecólogo me propuso hacerme una prueba de
amniocentesis. Me opuse radicalmente a ella. Viniera como viniera la criatura
la iba a tener. Además, había una probabilidad del 15% de que tras la prueba
sufriera un aborto espontáneo. Mi niña nació perfectamente sana, la hubiera
amado y cuidado de la misma manera si hubiera nacido con cualquier condición
genética o cromosómica.
Gracias a una mujer que decidió seguir adelante
con su embarazo adolescente, yo puedo estar aquí, escribiendo estas líneas defendiendo
la vida, sobre todo de los más inocentes, de los más vulnerables…
Quien
no está preparada para ser madre, no está preparada para tener sexo. Así de
sencillo.
Por si se preguntaban cómo es que logré terminar
la primaria sin asistir a ninguna clase de la materia de ciencias naturales, lo
logré gracias a que el profesor respetó mi libertad de conciencia y me hacía
exámenes basados en el libro de texto. Los insurrectos solemos tener nuestros
admiradores secretos.
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