ALGUNAS
APRECIACIONES SOBRE AMLO.
A López Obrador le gusta la historia y se
ve que la conoce, el problema es que él hace una interpretación arbitraria de
esta porque la utiliza para su provecho, la manipula a su conveniencia sin
ningún escrúpulo. Él quiere ser un prócer de la patria, ese es su objetivo
vital y no le importa lo que tenga que hacer para conseguirlo.
Él dice que es liberal, así como Juárez,
Madero o Cárdenas. Confunde liberalismo con populismo que son dos cosas totalmente
distintas. El liberalismo defiende la libertad individual y restringe la
intervención del Estado en todos los ámbitos. En México no entendemos ni lo que
es el liberalismo, ni lo que es el socialismo, ni lo que es el comunismo. Todos
los presidentes, incluso los que se han autocalificado como liberales han
terminado al final adoptando la postura de ‘tlatoani’ si no es que de emperador
sin corona. Así es la idiosincrasia de México. El pueblo quiere que el
presidente sea su papá, su mamá y su ‘tata´, que le resuelva la vida, que le de
dinero a cambio de ningún esfuerzo, que le dé casa, vestido y sustento sólo por
el hecho de ser mexicanos en desgracia. El pueblo entiende que socialismo es
quitarle todo a los que tienen para dárselo a los que no tienen.
De esta ignorancia se aprovechó López Obrador
para convencer a sus votantes, diciéndoles lo que querían escuchar para
ganárselos. Desde el día que ganó las elecciones se asumió como el cacique del
país. Sólo sus decisiones sirven y las hace y las hará valer a la buena y a la
mala. López impone su criterio y además descalifica e insulta cualquiera que le
lleve la contraria aún cuando se le expliquen todas las razones por las que sus
‘ocurrencias’ son inviables. AMLO no es
ni liberal ni de izquierda. Es un arribista político y lo ha demostrado
cambiándose de partido una y otra vez. Ofrece soluciones disparatadas a
problemas que necesitan ser evaluados y resueltos con mucha precisión y
precaución.
El
piensa que lo extranjero es malo, que la pobreza existe gracias a la maldad de
los que tienen dinero, que los delincuentes deben de ser perdonados porque delinquen por necesidad, que la estructura
socioeconómica y política que sostiene al país está corrompida desde sus
cimientos gracias a la mafia del poder.
Que las instituciones que han costado décadas de configurar para servir a
México son inútiles y que sólo él y su
inmensa arrogancia son capaces de reconstruir un país que ya está más que
construido, que sólo necesita de algunas actualizaciones y mejoras, pero que
tiene todo para funcionar adecuadamente.
Se hace de la vista gorda ante la enorme
corrupción de los gobernantes anteriores y de los funcionarios de primer nivel,
pero quiere militarizar al país. Habla de la mafia del poder cuando él mismo
actúa como el más peligroso capo de la mafia, desapareciendo a sus más temibles
adversarios.
Se solidariza con los jóvenes que no hacen
nada por su país, con las madres solteras, con los campesinos y con los
ancianos, y les ofrece una pensión mensual pagada por papá gobierno, cuando en
realidad la pagarán todos los que sí trabajan y pagan impuestos y al mismo
tiempo le quita ayudas al campo, cierra guarderías, quita apoyos económicos al
Seguro Social, al INAPAM y a las universidades públicas, además de ordenar
despidos masivos en las dependencias gubernamentales.
Su sueño es que los pobres sean menos
pobres, pero no a costa de prepararlos con mejor educación y oferta de empleo.
Él quiere que los pobres sigan siendo pobres y los ricos se vuelvan pobres para
así tener al país sometido a sus caprichos y necedades.
Ni Juárez, ni Madero ni Cárdenas que son,
según sus palabras, sus modelos a seguir, se hubieran atrevido a soñar con las que se le ocurren a Andrés Manuel. Ellos
hicieron cosas muy buenas y otras no tanto, pero su interés era un México para
los mexicanos. López quiere un México sometido a él y a sus ocurrencias
carentes del más mínimo sentido común.
Critica a Iturbide por imponerse como
emperador, pero él se visualiza como tal. Él piensa que es el dueño de México.
Critica al Gral. Díaz y todo parece indicar que su gobierno será un reflejo de
espejo del porfiriato porque en el fondo sus modelos de gobernante no son ni
Juárez, ni Madero ni Cárdenas. AMLO piensa que desde Díaz todo se hizo mal y en
su ilógica piensa que hay que hacer
todo lo contrario.
Quiere hacer de México un gran país
autosuficiente sin considerar que en el siglo XXI son importantísimas el
comercio y las relaciones exteriores. No asistió al Foro de Davos porque le pareció más
importante estar presente en la persecución de los huachicoleros (sin que hasta
el momento haya un solo detenido) que la presencia de México en uno de los
principales escenarios de la política económica mundial. Ante la crisis de
Venezuela se posiciona como neutral pero notoriamente del lado de Maduro, sin
darse cuenta de que está poniendo en riesgo las relaciones diplomáticas con sus
socios comerciales.
Sus prioridades no son las de un líder
político, son las de un tirano. Él pone y quita a su antojo, cree que la banda
presidencial le da el poder de destruir lo que ya está construido para hacer
chapuzas. No está preparado para enfrentarse como líder de un país ante el
mundo, él es de los que cree que México se basta a sí mismo sin ayuda de nadie.
Da
órdenes sin pensar y sin informarse antes. No le importa en lo más mínimo el
perjuicio que estas acarreen. No es capaz de ver el panorama completo, se le
mete una idea en la cabeza y la ejecuta sin más. Él cree que México está
funcionando como nunca de bien y el suyo es el peor inicio de gobierno que ha
tenido el país en los últimos 50 años. No es capaz de ver la realidad de la
situación del país y por lo mismo, sus iniciativas son totalmente carentes de
sentido común.
¿Se convertirá en un dictador?, estoy
segura de que esa es su intención, lo demuestra con sus acciones. Más que como
presidente de una nación, AMLO actúa como esos líderes de iglesias de la
renovación, y sus seguidores son como los fieles de estas, cegados por el
fanatismo.
Eso es estar en la realidad, gracias Mija, espero tener tiempo para ver a mi México tener la fuerza de soportar esto próximos 6 años y salir adelante.
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